Y así fue, quién nos iba a decir que ese gran invento, el cajero automático, cambiaría nuestro modo de vivir, y la más importante nuestro modo de comprar.
En un principio al no existir las bandas magnéticas, se utilizaban cheques con una sustancia radiactiva que identificaba al cliente, aunque en un principio no tuvieron mucha acogida, poco apoco se fue infiltrando en nuestra vida diaria, haciéndola un poco más fácil y practica.
-
-
Fuente EL PAÍS.com
0 comentarios:
Publicar un comentario